En los últimos años, los beneficios del contacto con la naturaleza y sus efectos restaurativos han sido bien documentados por una ingente cantidad de publicaciones científicas. Tanto es así que, en países como Japón, los baños de bosque son prescritos desde el sistema nacional de salud como primera elección en trastornos relacionados con el estrés.
Sumergirse durante unas horas sin prisa en ciertos entornos naturales, permite librarse del estrés de la rutina diaria y de las consecuencias del sedentarismo, aumentando el bienestar emocional, fortaleciendo el sistema inmune y regulando la presión arterial, entre otros muchos efectos positivos constatables.
Por eso, regularmente, organizo encuentros de grupo en la naturaleza, donde aprovechamos para realizar sencillos ejercicios y dinámicas de autoconocimiento, dedicando siempre un alto en el camino a la meditación. ¿Te vienes?